Es una técnica revolucionaria donde se aplica la toxina botulínica sobre los músculos de la cara para producir una parálisis del mismo y así lograr que no se formen las arrugas.
Es importante aclarar que la toxina botulínica elimina temporalmente las arrugas de expresión, es decir las que se forman al reírse, al cerrar los ojos, subir las cejas o fruncir el entrecejo. La acción de la toxina depende de cada persona y de la frecuencia de aplicación.
Al pasar el efecto de toxina, no genera envejecimiento acelerado como algunas personas piensan, por el contrario al aplicarlo en personas jóvenes se hace una prevención en la aparición de las arrugas de expresión.
No genera incapacidad, sin cicatrices y rápidos efectos.
Ofrece otros beneficios como manejo de asimetría de las cejas, mejora el arco y también se puede aplicar en manos y axilas para sudoración excesiva.